Cuando hablamos de «Cuidado del Hogar», nos referimos a diferentes aspectos de vital importancia a la hora de realizar un mantenimiento del hogar adecuado y que nos ayudarán a prevenir esos gastos «inesperados» que surgen cuando se nos daña algo, o que incluso nos podrán proteger de cualquier tipo de responsabilidad ante la ocurrencia de un siniestro, en el caso de que contemos con un seguro de Hogar y y nuestra aseguradora no quiera responder. A continuación te dejamos algunos TIPS de mantenimiento preventivo que puedes seguir para realizar esta tarea:
- Revisar semestralmente las instalaciones eléctricas y de fontanería para prevenir los accidentes, previniendo así las posibles roturas o fugas, sobre todo si se trata de una casa con algunos años de antigüedad.
- Contratar a profesionales que realicen el mantenimiento del hogar, fundamentalmente si se trata del sistema eléctrico o de las tuberías del gas y el agua. En ocasiones pensamos que realizar los trabajos uno mismo es una opción más económica pero a la larga el problema podría agravarse.
- Revisar el funcionamiento de equipos como la nevera, la lavadora, el calentador de agua o la lavavajillas. Estos electrodomésticos suelen presentar señales premonitorias de fallo por lo que podrás arreglarlos o reemplazarlos antes de que causen un daño mucho más serio.
- Cuidar el jardín evitando que las ramas o las raíces de los grandes árboles crezcan y hagan daño a la estructura de la casa o a la de nuestros vecinos.
- Proteger los puntos débiles de la casa, sobre todo en caso de lluvias fuertes. Si sellas las puertas, las ventanas y las chimeneas podrás evitar las inundaciones internas que suelen causar graves daños a los muebles.
- Mantener limpio el techo, sobre todo en época de invierno cuando hay grandes granizadas. De esta forma evitarás los derrumbes provocados por un peso excesivo.
- Ante manchas inusuales en las paredes o ruidos extraños, contactar inmediatamente con un técnico especializado ya que podría tratarse de problemas serios de humedad, filtraciones o daños o en las instalaciones del agua o el gas.
- Limpiar al menos una vez al año el sistema de calefacción y los canales exteriores de desagüe.
- Desconectar de la corriente todos los equipos eléctricos si se estará fuera de casa durante un periodo de tiempo considerable.
- Planificar un presupuesto anual que cubra los gastos imprevistos del hogar como los pequeños trabajos de fontanería o de electricidad. Recuerda que solucionar el problema a tiempo será siempre la opción más económica y más beneficiosa para todos.